Una de las cosas que más nos gustan del verano es tomar el sol para lucir una piel dorada y bronceada ya que da un mejor aspecto a nuestra piel y, en consecuencia, solemos vernos más favorecidos.
Sin embargo, lejos de obtener beneficios, exponer a nuestra piel a las radiaciones solares es altamente perjudicial para la misma. Deshidratación, manchas solares, quemaduras, arrugas por fotoenvejecimiento, pérdida de luminosidad y en general, la aparición de signos de la edad, son solo algunos de los efectos adversos de la sobreexposición solar.
Además, la producción y niveles de ácido hialurónico y colágeno, dos sustancias presentes de forma natural en nuestro organismo y las principales responsables de dotar a nuestra piel de tersura, frescura y juventud, también se ven afectadas negativamente por el estrés oxidativo causado por factores externos como la luz ultravioleta, que rompe el tejido conectivo de la piel haciendo que aparezcan arrugas, alteraciones en el tono y la pigmentación y pérdida de luminosidad, firmeza y elasticidad.
Por eso, tras los meses estivales, en los que nuestra piel se ha visto castigada por el exceso de sol, el cloro de las piscinas y la sal de mar es fundamental brindarle una serie de cuidados específicos para combatir los posibles daños que haya sufrido y pueda así recuperar su salud y funcionalidad.
Desde la Clínica Niño Aragón, especialistas en medicina estética y cuidado de la piel, queremos compartir contigo algunos consejos para que puedas brindar a tu piel los mejores cuidados tras el verano.
Hidrata tu piel
Una de las principales consecuencias sobre la piel de la exposición continuada a las radiaciones solares es la deshidratación. Una piel hidratada es igual a una piel sana. Por ello, debemos de asegurarnos de mantener nuestra piel correctamente hidratada. Y, para eso, tendremos que hidratarla desde el interior, consumiendo al menos 2 litros de agua, así como frutas y verduras a diario.
Pero, además, debemos hidratar nuestra piel desde fuera aplicando productos hidratantes y humectantes.
No te olvides de la protección solar
Aunque no haga calor el sol incide en nuestra piel durante todo el año. Por este motivo para proteger nuestra piel del envejecimiento prematuro y evitar la aparición de arrugas y manchas debemos aplicar cremas con factor de protección solar durante todo el año y no solo en los meses de verano.
De la misma manera es fundamental aplicar protector solar en rostro y escote cada día antes de aplicar el maquillaje. Y no olvidarse tampoco de aplicar protector solar en las orejas y las manos.
Recupera tus rutinas y buenos hábitos
En verano solemos dejar de lado las rutinas y cambiamos nuestros hábitos. Es frecuente que descuidemos un poco nuestra alimentación, durmamos menos, reduzcamos la práctica de ejercicio, fumemos más y consumamos más bebidas alcohólicas o azucaradas.
Todos estos factores también afectan de forma negativa a la salud y aspecto de nuestra piel. Por ello tras los meses estivales es fundamental que volvamos a adquirir hábitos alimentarios y de vida saludables, así como a practicar ejercicio y dormir 7-8 horas diarias.
Tratamientos médico-estéticos: tus mejores aliados
En función de los daños solares que quieras combatir existen diferentes tratamientos médico-estéticos que pueden ayudarte a devolver la salud y vitalidad a la piel de tu rostro y de otras zonas del cuerpo como, por ejemplo, las manos y el escote.
Peelings médicos
Los peelings médicos permiten exfoliar la piel en profundidad. De esta manera se consigue eliminar las capas de la piel dañadas y las células muertas y favorecer su regeneración.
Es un tratamiento básico después del verano que además de mejorar la apariencia de la piel, unificar el tono y aportar un extra de hidratación consigue suavizar arrugas y líneas de expresión y corregir rojeces y manchas solares.
Mesoterapia
Si tu piel sufre de deshidratación la mesoterapia es el tratamiento más indicado para ti. Está técnica se basa en la infiltración directamente sobre la piel de un coctel de vitaminas y principios activos que nutren la piel, combaten el envejecimiento y tratan los signos de la edad.
Además, hidrata en profundidad ya que uno de sus principales compuestos es el ácido hialurónico, una sustancia biocompatible capaz de absorber y retener hasta cien veces su peso en agua.
Luz pulsada Intensa
El fotorrejuvenecimiento IPL es el tratamiento más efectivo para eliminar manchas solares, rojeces y otras alteraciones en la pigmentación de la piel. Para ello se aplica una luz pulsada intensa directamente sobre las zonas a tratar con la que se consigue no solo eliminar dichas manchas o rojeces sino también favorecer la regeneración cutánea, combatir los signos de la edad y unificar el tono de la piel.
Por último, es interesante destacar que todos estos tratamientos pueden combinarse entre ellos para conseguir mejores resultados. Además, también pueden complementarse con alguna sesión de radiofrecuencia facial para aportar al rostro un extra de luminosidad y vitalidad.
Para más información sobre cómo cuidar tu piel después del verano no dudes en contactar con nosotros. Nuestros especialistas estudiarán tu caso a fin de brindarte los tratamientos más adecuados en función de la situación de tu piel y sus necesidades.
