Radiofrecuencia
La radiofrecuencia en un tratamiento de medicina estética que ayuda a reducir la flacidez y la celulitis, dejando la piel con un efecto firme, liso y uniforme. Es un tratamiento indoloro, no invasivo y con el que no se padecen efectos secundarios. Además de tratar la celulitis es un tratamiento que ayuda a evitar la aparición de otros problemas antiestéticos resultado de cambios de peso bruscos, el paso de los años o la mala alimentación.
Como decimos es un tratamiento muy apropiado para pacientes que han experimentado grandes cambios de peso. Con la radiofrecuencia pueden lograr un cuerpo mucho más uniforme y evitar los signos de estos cambios en el aspecto físico. Sobre todo, se recurre a la radiofrecuencia para trabajar glúteos, abdomen, brazos y piernas.
¿En qué consiste la radiofrecuencia?
En cuanto al proceso es sencillo, pero ha de ser impartido por un profesional. Consiste en la emisión de pequeñas corrientes electromagnéticas que aumentan la temperatura de la piel de forma progresiva. Estas ondas o corrientes electromagnéticas penetran en las capas más profundas de la piel y activan los fibroblastos, por lo tanto, favorece a la producción de colágeno, así como a la correcta circulación de la sangre.
Con esto se pretende también regenerar y mejorar los tejidos, aumentar la elasticidad de la piel, reducir tanto la flacidez como la celulitis en las áreas en las que se aplica el tratamiento y en definitiva favorecer a la firmeza y uniformidad de la piel.
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Beneficios del tratamiento
Además de lo que hemos comentado la radiofrecuencia tiene también otros beneficios en nuestra salud cutánea:
- Ayuda a reducir la retención de líquidos gracias a que favorece en la correcta circulación sanguínea y realiza además un masaje linfático en profundidad
- Ayuda a acelerar el metabolismo
- Firmeza en la piel gracias a la producción de colágeno
- Favorece en la eliminación de las toxinas de la piel
Preguntas frecuentes
Los resultados son visibles desde la primera sesión, pero hay que tener en cuenta que el efecto es progresivo, por lo tanto, el resultado final no se verá hasta que finalice el tratamiento. No es permanente, por lo tanto, se recomienda una sesión de mantenimiento cada 3 meses aproximadamente, aunque esto dependerá del tipo de piel del paciente y sus condiciones.
Lo recomendable es realizar entre 6 y 12 sesiones y dejar un mínimo de 72 horas entre cada sesión. Por lo tanto, lo más indicado es realizar 1 o 2 sesiones por semana para lograr los mejores resultados.
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