¿Qué es el síndrome metabólico?
El síndrome metabólico es una patología presenta una serie de signos, factores de riesgo o síntomas. De entre los cuales es fundamental destacar cinco:
- Obesidad abdominal: por obesidad abdominal nos referimos a cuando la cintura del paciente tiene un volumen superior a 89 centímetros en el caso de las mujeres y de más de 102 centímetros en el caso de los hombres.
- Alteración de la glucemia basal: cuando la cantidad de azúcar en sangre supera los 110 mg / dL estando el paciente en ayunas.
- Colesterol (HDL) bajo: otro de los signos que puede alertarnos del síndrome metabólico es tener bajo el Colesterol HDL, más conocido como “colesterol bueno”. Para que os hagáis una idea aproximada el colesterol HDL se considera bajo cuando es inferior a 40 mg/ dL en hombres y menor de 50 mg/dL en mujeres.
- Triglicéridos plasmáticos: el aumento en la producción y cantidad de triglicéridos en sangre también es un factor de riesgo. Lo ideal es que no superen los 150 mg/dL.
- Aumento de la tensión arterial.
Sin embargo, no basta con presentar uno de estos síntomas para que una persona padezca síndrome metabólico, sino que para hablar de síndrome metabólico han de darse 3 o más de los anteriores signos o factores de riesgo.
Además, es importante destacar que los valores son orientativos. Por ejemplo, puede tenerse un volumen abdominal superior a los centímetros anteriormente indicados y no padecer obesidad abdominal. De ahí que sea fundamental acudir siempre a un especialista que pueda estudiar tu caso de forma personalizada para brindarte el mejor diagnóstico y atención.
Por otro lado, la gravedad de esta enfermedad depende del número de factores que se presenten y en mayor medida de la duración de la enfermedad. Por lo que es especialmente importante prevenir esta patología desde edades muy tempranas inculcando a los niños hábitos de alimentación y vida saludables.
También hay que señalar que el síndrome metabólico si no se trata puede causar serios problemas cardiovasculares y consecuencias en la salud en general como, por ejemplo, puede generar resistencia a la insulina, que al mismo tiempo, puede acabar provocando diabetes de tipo 2.
Prevención y tratamiento
El síndrome metabólico puede tener una causa genética. Sin embargo, en la mayoría de los casos, el origen esta patología está ligado a los malos hábitos alimenticios y a un estilo de vida sedentario. Siendo la obesidad la principal causante de este síndrome.
Por ello, la mejor manera de prevenir e incluso de tratar el síndrome metabólico es evitando o combatiendo los factores de riesgo que lo han provocado. Es decir, llevando una alimentación adecuada, practicando ejercicio y actividad física.
Sólo con conseguir una pérdida de peso moderada ya estaremos contribuyendo y haciendo posible una mejora en la resistencia a la insulina, un descenso de los lípidos en sangre y la normalización de la presión arterial.
Evidentemente no hay un paciente igual que otro y cada uno requerirá de un tratamiento personalizado centrado en los factores de riesgo a abordar. No obstante, desde la Clínica Niño Aragón, especialistas en nutrición y dietética queremos compartir contigo algunos consejos o pautas alimentarias para mantener a raya el síndrome metabólico y adquirir prácticas saludables a la hora de comer:
- Cuidado con las técnicas de cocinado: tan importante es el alimento que ingieres como la forma en la que lo has preparado. Por eso evita las frituras, los rebozados, las tempuras y los empanados y apuesta por técnicas más saludables y menos calóricas como la plancha, el horno, el vapor o los hervidos.
- Toma preferentemente alimentos frescos como las verduras, ya que los vegetales son una importante fuente de fitoesteroles que son fundamentales para el control de los triglicéridos. Del mismo modo te recomendamos aumentar el consumo de pescados, ya que son muy ricos en Omega 3 que, al igual que los fitoesteroles, desempeñan una función crucial en el control de los triglicéridos.
- Puedes consumir grasas saludables como las presentes en el aceite de oliva, el aguacate y los frutos secos con moderación.
- No te olvides de mantenerte bien hidratado. Es conveniente que bebas al menos 2 litros de agua al día.
- Y lo más importante. Elimina en la medida de lo posible el consumo de ultraprocesados como la bollería industrial, los dulces, las patatas fritas, los precocinados y los refrescos. Que, además, suelen tener un factor adictivo muy peligroso para la obesidad, que es la principal causa del síndrome metabólico.
Para más información sobre el síndrome metabólico y su tratamiento a través de la alimentación no dudes en contactar con nosotros. Nuestro equipo médico estudiará tu caso y elaborará un plan dietético totalmente a medida para ti en base a tu situación, necesidades y objetivos.
